jueves, 18 de octubre de 2007

Hasta siempre Deborah

Desde nuestro pequeño Valle Virtual queremos rendir homenaje a una de las actrices británicas más conocidas de todos los tiempos, que cuenta en su currículum con títulos de la talla de Las minas del Rey Salomón, Quo Vadis? o El Prisionero de Zenda.

Deborah Kerr, un mito del cine de los cincuenta, no dejó el pasado martes tras una larga vida y travesía de filmes inolvidables.
Muchos recordarán su bella cara, pero detrás de ella,Deborah fue mucho más que un maniquí en una película.


Deborah Jane
Kerr-Trimmer nació en Helensburg, un pequeña población escocesa, el 30 de septiembre de 1921. Su padre era un militar que sufría las consecuencias de las heridas ocasionadas durante la Primera Guerra Mundial. Siendo una joven tímida, descubrió la interpretación como un medio para expresarse. Su tía, que era profesora de actuación, le consiguió algunos papeles en obras teatrales mientras era aún adolescente.

Durante una de estas interpretaciones Kerr fue descubierta por un productor de cine británico, quien la contrató para dos películas en 1941 (una de ellas el clásico de Gabriel Pascal Mayor Barbara junto a Rex Harrison ). Kerr tuvo éxito y se convirtió rápidamente en una estrella del cine británico, interviniendo en títulos del calibre de "El coronel Blimp" (1943, Michael Powell y Emeri
c Pressburger) junto a Anton Walbrook, "Separación peligrosa" (1945, Alexander Korda) al lado de Robert Donat o "Narciso negro" (1947, Michael Powell) en compañía de Jean Simmons.

Poco después, la Metro-Goldwyn-Mayer la contrató y Kerr intervino en varias películas que tuvieron una buena acogida.
La actriz se sintió, no obstante, encasillada en cierto tipo de personaje femenino estereotipado, por lo que aceptó en 1953 actuar en "De aquí a la eternidad", película en la que tuvo una escena con Burt Lancaster que en aquella época rozó el escándalo y con la que rompió su imagen de heroína virginal e ingenua. A partir de entonces, Kerr empezó a demostrar su tale
nto para papeles dramáticos ricos en matices y de sugerentes implicaciones emocionales, y la solidez adquirida en sus experiencias teatrales. Alternó toda clase de papeles compartiendo cartel con Marlon Brando, James Mason, Greer Carson o Louis Calhern.

Los años 60 muestran que, pese a la calidad de sus interpretaciones y al éxito comercial de las películas en que interviene, los críticos y la academia de cine no parecen darse por enterados, ya que, aunque a lo largo de su carrera fue candidata seis veces al Oscar, no lo ganó en ninguna ocasión. Por ello, la Academia de Cine le concedió en 1994 un Oscar en reconocimiento a toda su carrera.
Deborah Kerr padecía la enfermedad de Parkinson desde hacía varios años, y nos dejó el martes, 16 de octubre de 2007, a los 86 años de edad en su casa de Suffolk, Inglaterra.

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